viernes, 6 de junio de 2014

LA UTILIDAD DE LO INÚTIL

Todo el mundo conoce la utilidad de lo útil.
 Pero nadie conoce la utilidad de lo inútil.

Este profundo proverbio taoísta queda bien retratado en el siguiente cuento:
Iban un maestro leñador y su joven ayudante paseando por la montaña, a la búsqueda de madera para construir un barco que le habían encargado al maestro. Al maestro le gustaba deambular por los bosques sintiendo cada árbol, hasta que encontraba el adecuado para sus propósitos.
Anduvieron largo y tendido por los caprichosos caminos de la montaña; hasta que majestuoso, apareció un árbol de  titánicas dimensiones. Era espectacular, majestuoso. Su copa podía dar sombra a cien caballos. Sus ramas fuertes y duras, albergaban a más de cien familias de distintas aves. Miles de insectos habitaban en sus surcos y entrañas. No obstante el maestro pasó de largo. Ni siquiera se dignó a mirar el árbol. El joven aprendiz no salía de su asombro, no se pudó contener y le preguntó al viejo maestro:
-Maestro, por qué pasa de largo ante tamaño ejemplar.
-Porque sus ramas son tan duras, que si intentase cortarlas con  mi hacha, ésta se rompería. Si intentara construir un barco con una madera tan pesada, se hundiría. Tiene tantos  nudos que no podríamos hacer tablones. Si tallase un ataúd con ella sería inservible.
En definitiva que es un árbol inútil. Y ese es precisamente el secreto de su larga vida.
En su inutilidad reside su virtud.


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